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Valladolid es la ciudad del Pisuerga, antigua capital de España que tiene uno de los legados monumentales más importantes del país. Iglesias, plazas, museos y un centro histórico de callejuelas y edificios que nos recuerdan la época de esplendor de esta ciudad, que se puede visitar en cualquier época del año. Eso sí, en invierno hace mucho frío, por lo que os recomendamos primavera u otoño.
Nos centramos hoy en el centro histórico de la ciudad. Si entramos por la parte norte, ya divisaremos una de las casas palaciegas más interesantes de la ciudad, el Colegio de San Gregorio, construido a finales del siglo XV. En su interior destaca el Museo Nacional de Escultura, uno de los más interesantes de España, con obras que abarcan los siglos XIII al XVIII.
De allí nos dirigimos a la Plaza de San Pablo, presidida por el convento del mismo nombre, de finales del siglo XV, y el Palacio de Pimentel, de estilo renacentista, hoy sede de la Diputación Provincial. Curiosamente, en él nació Felipe II en 1527. Frente a la Iglesia de San Pablo se alza el que fuera Palacio Real, hoy sede de la Capitanía General. No queda de aquí muy lejos la Casa-Museo de Zorrilla, que nació en ella en 1817.
Un poco más abajo de la zona de San Pablo encontramos la Iglesia de San Miguel. A su alrededor veréis importantes edificios, como el Palacio de Fabio Nelli, que hoy alberga el Museo de Valladolid. Como véis, los museos de Valladolid son de una gran importancia histórica y cultural. Saliendo del museo podéis acercaros hasta el Palacio de los Marqueses de Valverde.
Del centro histórico de Valladolid hay que destacar también el Convento de San Benito el Real, el cual en el siglo XVI se convirtió en el convento benedictino más importante de España. Hoy en día alberga el Museo de Arte Contemporáneo Español Patio Herreriano.
Ya de allí pasamos a la Plaza Mayor, construida por Felipe II en 1561, tras el incendio que asoló a la ciudad. En la parte norte veréis el Ayuntamiento y el Teatro Zorrilla. Mientras que, en la parte sur, se halla la Iglesia de Santiago. Un poco más abajo llegaremos a la Plaza Zorrilla, con el monumento al escritor en el centro de la misma. Frente a la plaza podremos descansar en el Campo Grande, un parque del siglo XIX.
Ya por último, no podemos dejar de visitar Valladolid sin acercarnos a su Catedral, construida en 1582, pero que aún permanece inacabada, a la Iglesia de Santa María la Antigua, con su esbelta torre románica, y el edificio de la Universidad. Y aún así, seguramente nos dejamos muchos otros edificios, iglesias y casas nobiliarias de gran valor. Valladolid es para dedicarle una visita pormenorizada. Su centro histórico nos llevará de sorpresa en sorpresa.